El centrocampista Kike López se marchó al vestuario antes de tiempo en el partido de consolación del Trofeo Carranza que le enfrentó al Sevilla FC. En la recta final del encuentro una falta sobre Iago Aspas por parte del salmantino hizo que el sevillista le dejara una patada como reacción a la misma y Kike López respondió con un cabezazo viendo la cartulina roja directa y dejando a su equipo con uno menos.

Ya su entrenador explicaba en la rueda de prensa posterior que “ha perdido el norte, a pesar de que es un chaval que no se calienta por esas cosas. Ha perdido perdón a sus compañeros”. El propio jugador cadista, a través de su cuenta de Twitter también explicaba la acción y volvía a pedir perdón al equipo y a los aficionados. “Quiero pedir perdón a mis compañeros, cuerpo técnico, club y afición por la acción de esta tarde. Respondo mal a una provocación, cuando no lo he hecho nunca. Gracias por el apoyo recibido. Ahora a trabajar para conseguir el objetivo. Un abrazo”.