Tras las sesión de trabajo matutina de este martes, fue presentado el que ya es el tercer técnico de la temporada para el Cádiz CF. Raúl Agné estuvo acompañado del presidente de la entidad Florentino Manzano y del manager general Alessandro Gaucci. Precisimente fue el italiano quien hizo de anfitrión en la sala de prensa. Explicó lo que han sido las últimas horas después de la derrota en Lucena y cómo se fueron sucediendo los acontecimientos. “Después del partido me llamó Ramón para decirme que quería dejarlo por el tema de salud y tomamos la decisión de buscar entrenador. Conozco a Raúl desde hace dos años por otros temas futbolísticos. Y ayer estaba en Cádiz con su equipo de trabajo. Viene con contrato hasta final de temporada con uno más automáticamente si se consigue el ascenso. Queremos cambiar esta dinámica porque el Cádiz no se merece esto. Trabajamos como lobos pero hasta ahora no está saliendo como queríamos. Suele pasar pero estoy convencido de que todo cambiará. No veo la clasificación pero estoy convencido de que el equipo puede aún ascender. No he traído a Raúl con la idea de que solo salve al equipo. Para eso no hace falta ni entrenador. Creemos que hay tiempo suficiente y podemos recuperar el tiempo perdido hasta ahora”.

A continuación habló Raúl Agné, quien explicó que “no soy un entrenador que tenga como ambición esta categoría. Pero es el Cádiz y conozco a Alessandro. Lo hemos hecho todo con muy poco margen. El proyecto es interesante, bonito pero también difícil. Ahora hay que mirar el punto de partida, las cosas que no se están haciendo bien y hay que mejorar. Espero ayudar a la plantilla dándole unas pautas y a partir de ahí comenzar de ir hacia arriba”.

Coincidirá en esta aventura con Pablo Sánchez, al que ya conoce del Recreativo de Huelva. “Cuando vas a un sitio y conoces a jugadores responsables como es Pablo, requieres información directa. Le he dicho que estén tranquilos, que me conoce y que vamos a sacar esto adelante”.

Sobre lo que espera de su equipo, prefiere ir con calma y focalizar los problemas que se están teniendo pasa sacar los partidos adelante. “La realidad dice que estás en descenso y el futuro no existe. Ver qué se puede mejorar de este equipo para ganar al Jaén. Ir progresando y ver si estamos arriba. Soy realista pero también ambicioso. Debemos ser valientes pero viendo el punto de partida. Hay que ganar el domingo, mejorar cosas que seguro se están haciendo mal e ir poco a poco. Más que estilo, me gustaría ver voluntades. Ver si la situación les asusta, si les motiva. La libertad sin orden no la entiendo. Con y sin balón. Quiero ver pasos firmes para tener pilares. Quiero que lo que yo quiera ellos también lo sientan. Tengo que identificar lo que hay lo antes posible. La clave es focalizar la atención en el rendimiento. El rendimiento es el que nos llevará a mejorar, más que una idea de juego. Hay que unirlos, mirarnos a la cara y sin tonterías. Los que producen son los futbolistas y yo soy el encargado de que produzcan”.

Ha encontrado a la plantilla receptiva y con una expectación lógica tras un cambio de entrenador. “El vestuario está a la expectativa. Les he visto animados. Soy duro, exigente pero también cercano. Tenemos que ir todos de cara un objetivo común. El equipo entrena bien pero hay que ir en una dirección correcta”.

A la afición no quiso pedirle nada, sino que mostró la esperanza de que el equipo pueda ofrecerles cosas que le hagan estar con sus jugadores. “No podemos pretender que la afición nos dé si nosotros no le damos. Tenemos que esforzarnos para darle. Estoy convencido de que va a ayudar al equipo. Los aficionados pagan un carné o una entrada para ver cosas en el campo”.

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