–¿Qué tal le va en su nuevo equipo?

–Bien, ganamos tres a cero y yo metí dos goles. La verdad es que estoy muy bien y muy contento.

–Con todo lo que luchó con el Cádiz parar poder jugar en Segunda División, ¿por qué abandonó el Rayo Vallecano para volver al pozo de Segunda B?

–Por ahí no tenía mucha preocupación porque tengo dos años más de contrato con el Rayo, pero había un entrenador que no sé muy bien por qué me decía que no merecía estar ahí y yo no pensaba aguantar a una persona que tiene esa opinión sobre mí. Si estoy en el Rayo, es porque lo he demostrado. Estas son las cosas de los entrenadores. Me estaba quemando un poquillo el entrenador. Me dio por ahí y me vine. Desde la directiva del Rayo me comentaron que si seguían los malos resultados lo iban a echar, pero era el último día del plazo de fichajes y decidí marcharme a un equipo parecido al Cádiz, salvado las distancias. El Logroñes es un reto personal para mí.

–Dicen que el tiempo da y quita razones. Ya han pasado siete meses, ¿se arrepiente de no haber renovado por el Cádiz?

–Arrepentirme no porque no se le puede dar vueltas a esto. Lo que hice hecho está y para bien o para mal es lo que hay.

–¿Por qué no se quedó?

–Eso sería sentarme a hablar con el presidente y pegarme dos horas hablando del porqué no renové. No voy a decir cuál, pero sólo era una cosa lo que nos separaba de que yo me quedase, aunque, quién sabe, lo mismo dentro de uno, dos o tres años puedo volver. El fútbol da muchas vueltas y nunca se sabe, en verano estaba rechazando ofertas de Primera y ahora estoy en Segunda B.

–Algunos aficionados cadistas están molestos porque usted dijo que sólo se iría del Cádiz parar fichar por un equipo de Primera, ¿qué les diría?

–Que les puedo decir, al primero que le sentó mal fue a mí, cuando digo las cosas me gusta cumplirlas. Pasaron muchas cosas para que sucediera eso, y sintiendo lo que yo siento por esa ciudad y esa afición me dolió muchísimo no cumplirlo. Me da coraje no haber cumplido lo que dije, pero tampoco se va a caer el mundo porque futbolistas como yo los hay a patadas por ahí.

–¿Le gustaría volver? ¿Podría ser posible verle otra vez vestido de amarillo?

–Sería bonito, el fútbol da muchas vueltas y deberían pasar muchas cosas para volver, como que los presidentes y los entrenadores de Cádiz y Rayo estuvieran de acuerdo, los primeros para querer ficharme y los segundos para dejarme ir. Tiene que pasar mucho para que vuelva, por lo menos el año que viene, pero en esto del fútbol nunca se sabe lo que puede pasar.

–¿Es cierto que estuvo intentando convencer a Sambruno para que en el mercado de invierno le acompañara en el Logroñes?

–Es que yo no entendía por qué querían desprenderse de él. Para que veas cómo es el fútbol, a mí me achacan que me he ido y hay futbolistas que lo dieron todo, fueron claves para el ascenso, y han salido por la puerta de atrás. Yo soy uno más de los tantos que se han ido y no han salido de la mejor manera. No es ninguna crítica para el club. A Sambruno lo quiero para mi equipo todos los domingos.

–¿Cómo estás viendo al Cádiz?

–Lo veo bien, aunque estas últimas jornadas ha tenido un pequeño bajoncillo, aunque como está la Segunda, tener un mes bajo significa bajar seis puestos en la clasificación, pero el domingo ganó y a ver si le acompaña la suerte. Lo importante es que está siguiendo una línea, no está teniendo altibajos, excepto el último mes, y eso es bastante bueno. Me encantaría que subiese, sería algo muy bonito verlo en Primera, pero lo importante es que están trabajando bien, están consolidando al equipo, haciéndolo fuerte para que no volvamos a estar ahí abajo, en Segunda B, porque eso es muy jodido para la gente.

–¿Un deseo para el futuro?

–Me gustaría terminar bien el año en Logroño y que ascienda el Cádiz.