El técnico del Cádiz hacía una valoración del partido ante el Granada B que acabó con un nuevo empate del equipo amarillo, el cuarto consecutivo en las primeras cinco jornadas. El entrenador gaditano estaba satisfecho con el global del encuentro pero muy enfadado por esa última jugada de córner en contra que costó dos puntos. “Estábamos haciendo un partido muy serio. Era un partido complicado porque el rival en el uno contra uno es peligroso pero estábamos controlándolo, haciendo llegadas y ocasiones, hasta llegar a marcar. Estábamos en un momento muy bueno cuando llegó la expulsión. Eso ha trastocado todo pero aun así el equipo no ha pasado apuros. Pasaban los minutos sin que te crearan problemas, hasta que llegó el empate. Y eso sí que es para estar un poco enfadado porque en una jugada en la que no se nota que somos uno menos no puede rematar un hombre ahí. Por lo demás, el equipo ha trabajado, ha jugado por el medio y por las bandas. Con criterio y con orden. El partido se ha escapado como no queríamos que se escapara. En un balón parado no nos pueden meter”.

Su convicción de que el equipo mejorará está intacta. Tan solo cree que hay que corregir pequeñas cosas y que lo que se hace bien pesa mucho más en la balanza de los partidos disputados. “Se trabaja para ganar. Hoy se han dado una serie de circunstancias que no lo ha permitido. Claro que queremos estar más arriba. Estoy convencido de que si se refuerza lo que hacemos bien y se corrige lo que no, que son muy pocas, el equipo irá a más seguro”.

Insistía en que el Cádiz hizo un partido completo pero pagó demasiado caro un último error. “El único problema que hemos tenido es la defensa de la jugada última a balón parado”. 

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