El equipo volvía tras el día descanso a ejercitarse en El Rosal. Lo hizo en doble sesión y en la matutina el cuerpo técnico dividía a la plantilla en dos grupos. Mientras uno trabajaba con Agné y su segundo Rodri el otro lo hacía con el preparador físico Toni Masferrer que les “castigaba” con ejercicios de fuerza sobre el césped ayudado de pesas.

A ellos se les unía durante una parte de dicha sesión tres futbolistas del filial, que entrenaba en el campo de justo al lado. Sana, Alberto y Galindo se sumaron al grupo que disfrutaba del balón. Agné durante todo el tiempo hacía correcciones en aspectos con los que no estaba conforme y Rodri también puntualizaba en algunos de ellos.

Curiosa fue la imagen de ver a Bernabé entrenando con el Cádiz B. Algo anecdótico pues la falta de un portero en el filial amarillo, que tan solo contaba esta mañana con Jose Antonio, hizo que el cancerbero ahora sin ficha se incorporara a ellos para echar una mano mientras Alejandro y Ricky se quedaban a las órdenes de Miguel Ángel Bazán.

Mañana se entrenará por la mañana en el Ramón de Carranza en sesión a puerta cerrada.