Este viernes, después del último entrenamiento de la temporada llevado a cabo por la primera plantilla, Raúl Agné pasaba por rueda de prensa. Allí ha contestado a todas las preguntas realizadas y que, lógicamente, iban encauzadas tanto por lo que ha vivido este año así como por su futuro. Éste último lo ve en el banquillo cadista, aunque todo se cerrará con la llegada de Gaucci desde Italia a comienzos de la próxima semana. “Estoy más cerca que lejos de quedarme. La intención de las dos partes es la de continuar y faltan algunos detalles que hasta que no vuelva Alessandro no se acabarán de concretar. Pero los más importantes que las dos partes tienen ganas y a partir de ahí es fácil defenderse”.
 
Sobre la temporada que acaba de terminar, y a la que él llegó casi en su segundo tramo, lamenta esas oportunidades que se perdieron para entrar en la lucha de la parte alta. “Nunca hemos podido dar ese saltito de calidad que nos diera la tranquilidad suficiente para poder estar en otras posiciones. El equipo dio muestras de que lo pudo hacer pero nunca tuvimos la contundencia en las áreas como para dar ese salto. Tuve buenas sensaciones en lo futbolístico y malas en cuanto a que no fuimos capaces. Y además, cuando no dábamos ese salto era una losa. Al grupo le pesaba cada vez más y se entró en una situación delicada que pudimos solventar”.
 
También habló de todos aquellos defectos de una plantilla que tenía demasiadas carencias tanto en lo futbolístico como en lo mental. “Es la suma de todo. En la parcela que me corresponde y en el tiempo que he estado, puedo decir que cuando un equipo reúne todos esos condicionantes negativos, es difícil. Falta de contundencia en las dos áreas, un grupo débil e muy inestable emocionalmente, poco experto y futbolísticamente hablando no éramos un equipo muy brillante. Cuando no lo eres, puedes ser muy duro mentalmente y muy competitivo para poder ir tirando. Si a eso le sumas que los muchachos se han encontrado en un club con una dimensión como la del Cádiz, no ha sido fácil para ellos”.
 
Sobre las denuncias de los jugadores ante la AFE lo ve como algo lógico, comprensible y que está convencido que se solucionará antes del 30 de junio. “No tengo ninguna duda de que se va a solucionar. No somos el único club del mundo que está así y los hay mucho peores. No creo que eso sea un problema. Ahora toca solucionar esta temporada y liquidarla. El jugador que reclame a la AFE es normal porque tienen unos plazos. Eso pasa todos los veranos al finalizar todas las temporadas. Una vez que se ponen al día, se retiran esas denuncias y ya está. Es lógico y no tiene nadie por qué enfadarse. Cada uno defiende lo suyo”.