Entrevista a David Vidal.

- ¿Cómo se amanece viendo el fútbol desde la lejanía?
Lo que pienso cuando me levanto es que debería estar entrenando, pero pronto estaré en el campo. No vivo pendiente del móvil, tengo una edad respetable y no tengo demasiada prisa. Quiero elegir bien y no equivocarme.

- Hizo historia en el Cádiz y en el Murcia. Ambos grandes históricos.
Estuve nueve años de entrenador en el Cádiz, ahí se trabajaba la cantera de verdad. Se habla mucho de cantera pero los técnicos tienen que saber que si el club tiene secciones inferiores tienen que tener en la primera plantilla un técnico valiente, osado y que le guste arriesgar con los jugadores... si no, de 'culo'.

- No se me vaya de tema. ¿Liguilla de la muerte con el Cádiz o ascenso con el Murcia?
En la liguilla era muy joven, tan sólo 36 años. El ascenso fue fabuloso porque sabíamos que cada partido que jugábamos lo ganábamos, estaba tan trabajado tácticamente el equipo que sabíamos cuando íbamos a ganar. Fuimos el máximo goleador y menos goleado, batimos todos los records...pero fue muy bonito cuando estaba en el primer equipo del Cádiz y éramos todos de cantera.
Si usted me permite, fue una etapa fantástica en primera. Con esos canteranos llegamos a cuartos de final de la Copa del Rey donde no había llegado nadie, y el año siguiente a semifinales, ahí se cruzó un club llamado Real Madrid. Esa era la época de vacas gordas, de riqueza. El equipo estaba metido en una fase de tranquilidad en primera que nos hacía machacar a todos los equipos en la copa. Canteranos como Maye, Fernández, Álvarez, Calderón, Quevedo, Cortijo, Barla, Jose... ese era un equipo juvenil mío que unos técnicos anónimos me dio para que los proyectase. Fue la época de oro. Entrenábamos en la playa de la Victoria, a los jugadores hay que impactarles, hablarles, comunicarse... Me llamaban sargento de hierro, era un sargento de hojalata. Eran fantásticos.

- La de vueltas que da la vida. Cogió al Murcia en una situación parecida a la de ahora y en año y medio lo subió a primera.
Lo cogimos en descenso, lo mantuvimos ese año y al año siguiente con el mismo equipo, excepto Maciel, subimos. Al comenzar la liga le pregunté al presidente por un objetivo y me dijo que era mantenerse sería un éxito. Pero ese equipo trabajaba muy bien, me llevaban en volandas. Fue una pena que no siguiera en primera.

- El domingo partido de primera en segunda ¿No le da por irse a la Condomina?
No debo estar en campos cuando hay pequeños conflictos. Piense usted que yo voy todos los domingos a ver al Betis y al Xerez, al Carranza no voy porque temo que alguien piense que voy a observar en plan buitre. No me gusta. Soy ante todo un deportista.

- Que raro que se deje influir...
No es eso. No me gusta que se metan conmigo por ir a un partido. En definitiva, sigo mi profesión porque ante todo soy vocacional, me gusta entrenar.

- ¿Será que la primera ya no está hecha para clubes históricos?
Que va, son ciclos. El Cádiz tiene mucho prestigio, una afición fantástica... Cuando voy a mi casa de Cádiz me emociona ver a los aficionados vestidos de amarillo. Son equipos de primera.

- ¿Cual es el secreto para subir a primera?
En el Murcia tuve mucha suerte porque eran jugadores que conocía del año anterior. Los clubes deben dejar a los entrenadores trabajar al menos un ciclo de tres o cuatro años. Murcia, Cádiz, Xerez... tienen que explotar a los jugadores de la casa, pero para eso hay que ser muy valiente y estar en contacto continuamente con los técnicos del club. Antes le dije que en mi época traspasábamos a jugadores de la cantera. ¿Cuándo se han realizado esos traspasos? Cuando estaba yo en el Cádiz, porque me gustaba la cantera y la había trabajado. Recuerdo que le intenté cambiar el nombre a Jose, pero triunfó igual y debutó conmigo en primera. Sí lo conseguí con Arteaga (entre risas) Eran todos muy altos, con más de 1'80, aprovecharon su ilusión para hacerse una profesión.

- Bonita etapa aquella...
Aunque digan lo contrario, yo fui el entrenador que más puntos logré con el Cádiz en primera y no Espárrago. Él consiguió 35 puntos en 38 partidos (87-88), y yo 31 de 31 (88-89).

- Murcia-Cádiz ¿Corazón partido?
Pues sí. Aunque resido en Chiclana y estuve diez temporadas en el Cádiz, debo reconocer que en Murcia me quieren mucho. Están atravesando un mal momento pero pienso que es pasajero. Cuando voy a Cádiz la gente me conoce... y siempre digo... quizás algún día me veáis por aquí.

- La polémica siempre le ha acompañado ¿En algún sitio menos?
La polémica y el conflicto, soy una persona que a veces entro al trapo aunque cada vez menos. En muchas ciudades como Las Palmas, Santiago, Alicante, Madrid.. no tuve ningún conflicto. En Cádiz sí porque era muy joven, tenía personalidad... Recuerdo que Irigoyen me decía 'no pongas a Jose' y yo no le hacía caso, el que mandaba era yo. Hay que ser valiente.

- ¿Cuando le volveremos a ver en un banquillo?
Yo voy a entrenar siempre. Acabo de cumplir 54 años, soy vocacional, voy a seguir entrenando. Ahora es cuando tengo experiencia, no la tenía cuando estaba en el Cádiz. Sé más cosas.

- Cómo se echa de menos esa cantera en nuestro fútbol...
Hay algún equipo que trabaja la cantera como el Sevilla, Athletic, Málaga, Valencia... Tiene que haber técnicos vocacionales en las secciones inferiores. Camilo Liz tenía en el Cádiz un cuadro magnífico en la cantera: Guerrero, Grimaldi... Había muchas gente que buscaban jugadores por la comunidad y la provincia. Ahí se le dio vida a la cantera. El primer entrenador tiene que ser canterano que le guste la gente joven, hay que arriesgar.

- Tampoco hay jugadores como Mágico...
A él todos lo conocen, es mejor que no diga nada... Técnicamente era fantástico, pero el fútbol se compone de: preparación física, táctica, estratégica, psicológica y actitud. Mágico sólo tenía preparación técnica, el balón no tenía secretos para él. Recuerdo el Carranza lleno diciendo 'gallego fuera, mágico dentro'... Yo no podía poner a Mágico porque no venía a los ensayos, pero el equipo se mantuvo en primera...

- Cuénteme una anécdota...
Le voy a contar una para que sepa lo que son los entrenadores. El que descendió al Murcia en la 88-89 fue el Cádiz, fuimos a jugar a la Condomina y ganamos 0-1 con gol de Jose, y Mágico vio el partido sentado a mi lado. Dios le dio tacto en los pies... Mágico no jugó ese partido porque era de guerreros y había que ganar porque si no el Cádiz bajaba a segunda división. Jugó sólo 10 minutos al final y nos quedamos en primera. El fútbol sé que es arte, pero también es cabeza.

 

José Grima.

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