Resulta llamativo que durante las últimas cinco jornadas cinco jugadas en las que jugadores del Cádiz sufrieron faltas dentro del área rival no fueran pitadas como tales. Desde el derribo de Fran Machado en La Roda, la mano de un jugador del Marbella que salvó un gol, la fala sobre Migue García en Granada, el agarrón a Airam ante el Real Jaén o el empujón también al tinerfeño ante el UCAM son las acciones que preocupan en cierto modo a Claudio Barragan.

El técnico cadista explicaba en rueda de prensa este viernes que “algunas faltas que pitaron a favor del UCAM eran de risa. En ese sentido no estamos teniendo nada de fortuna. De todas formas son cosas que no podemos manejar y por lo tanto hay seguir insistiendo. Me dolería que un árbitro viniera a Carranza con la sensación de que viniera a graduarse”.

Sin embargo defendió a los colegiados. “En parte son compañeros. Creo en su honestidad y son personas que pueden equivocarse. No he visto síntomas de ningún árbitro caprichoso".