La Asociación de la Prensa Deportiva provincial de Cádiz muestra su más firme rechazo y condena al incidente sufrido por su asociado Antonio Díaz Acosta, miembro vitalicio y uno de los primeros integrantes del colectivo de periodistas deportivos gaditanos (APD Nº 5).

Díaz ha presentado una denuncia en comisaría contra el gerente del IMD, J. G. C., por insultos e intento de agresión. Según denuncia el periodista deportivo, los desagradables hechos ocurrieron en el palco municipal del estadio Ramón de Carranza durante el descanso del partido que disputaban el Cádiz CF y el Arroyo CP.

Tras saludarse con normalidad al comienzo del encuentro, ya en el descanso del mismo, según asegura el denunciante, el denunciado y su acompañante se acercaron a él y tras un breve cruce de palabras y un grave insulto, el denunciado “levantó el puño con la intención agredirme, no consiguiéndolo porque lo sujeté e intervinieron rápidamente algunos testigos presenciales, entre ellos un consejero del Cádiz CF”.

Afirma Antonio Díaz que “la denuncia es una consecuencia lógica tras unos hechos reprobables, y también una respuesta civilizada que con toda seguridad evitará otro tipo de reacción”. Además, da a conocer su versión de los hechos para “evitar que los rumores se extiendan y puedan alterar la realidad de lo sucedido”.

Cualquier acto de esta naturaleza resulta inadmisible, más aún cuando se produce en un recinto deportivo. Por ello, la APD Cádiz reitera su enérgica condena a los hechos y su apoyo a Antonio Díaz (Asociado Vitalicio y Número 5 del colectivo).

A la condena de la APD Cádiz también se le une la de la Asociación de la Prensa de Cádiz, de la que también es socio Antonio Díaz. En un comunicado hecho público a través de su web, la APC condena toda forma de ataque físico o verbal. Más si, como es el caso, el motivo de la amenaza responde a la vinculación de Antonio Díaz con los medios de comunicación. La asociación lamenta también que hechos como éste se produzcan en entornos que deberían estar libres de cualquier tipo de violencia, como un recinto deportivo. El comportamiento de quienes ocupan un palco municipal en un estadio debería ser ejemplo de comportamiento, y no escenario de sucesos violentos.