El Cádiz CF Virgili afronta su último encuentro como local. En la despedida de su afición sueña con ganar los tres puntos y luego ver que acontece en el otro encuentro, donde al Alchoyano solo le vale la victoria.

En la cabeza de los jugadores solo está ganar y ganar, hacer pleno de victorias esta temporada en casa y si no es posible ganar el campeonato en esta jornada, llegar con una pequeña ventaja de tres puntos al partido decisivo, dónde se jugaría el título de Liga en el derbi provincial contra el Alchoyano.

El Tres Calles es un equipo que ha sufrido más lo que se esperaba, aunque finalmente ha conseguido la permanencia. Eso hará que vengan a Cádiz sin presión y con ganas de divertirse jugando. Es un arma de doble filo ya que por sus características le hace ser el doble de peligroso.

Se trata de un equipo muy rocoso, muy competitivo, que no le pierde la cara a ningún partido. Suele jugar en marcadores cortos. Tienen uno de los mejores porteros de la categoría (tal como lleva demostrándolo en los últimos años) y esa seguridad la transmite a sus compañeros, permitiendo un gran juego de transiciones. No sería muy inteligente pensar que concederán facilidades.

Para Sergio Barroso, entrenador del Virgili, en este último partido “estamos en deuda ante nuestro público y debemos intentar por todos los medios ofrecerles un buen espectáculo. Durante toda la temporada nos hemos sentido privilegiados con la media de asistencia a nuestros partidos. Incluso podríamos hablar de haber recuperado esa cantidad de aficionados que siempre ha movido el fútbol sala en Cádiz. Aunque pueda parecer que no afecta tanto, esa presencia y apoyo en los malos momentos que surgen en los partidos, hacen que el equipo se reponga o no desfallezca debido a la responsabilidad que implica”.

Después del empate en Pozoblanco, “dónde cometimos errores que nos lastraron justamente”, el equipo “se ha levantado con gran madurez y hemos empezado a asimilar la situación deportiva que se avecina. Hemos trabajado muchísimo para llegar a esta situación y sobre todo los jugadores merecen esto y más”.

“Seguro que tendremos un rival que nos lo pondrá muy difícil, pero ahora más que nunca tenemos que ser nosotros y demostrar que el liderato no es cosa de suerte, sino de un trabajo enorme de los jugadores”, finaliza Barroso.