Todo hace indicar que el funcionamiento interno del arbitraje español va a sufrir un importante cambio a partir de la próxima temporada. La duda es si todo ello servirá para mejorar la imagen y el resultado del mismo, el cual ahora está en estos momentos por los suelos. Desde hace ya varias temporadas las decisiones arbitrales han ido provocando un aumento del enfado en los equipos debido a los errores cometidos en la aplicación de las normas, la disparidad de criterios a la hora de aplicarlas y, sobre todo, por un uso del VAR muy lejano del que se suponía que iba a tener cuando dicha tecnología hizo entrada en este deporte.
Por el momento se desconoce el modelo estructural que llevará a cabo la recién creada Comisión de Reforma del Sistema Arbitral, pero sí parece claro que se implementará en la 25/26. Éste incluiría la marcha de Medina Cantalejo de su puesto en la presidencia del Comité Técnico de Árbitros. En cualquier caso, las decisiones que se tomen llevarían también el acuerdo por parte de LALIGA y los clubes profesionales que la conforman, ya que la relación entre ambos organismos ha mejorado de manera sustancial en los últimos tiempos.
Otra medida sería el uso de la inteligencia artificial con el objetivo de aumentar los parámetros y el volumen de datos disponibles relacionados con la actividad de los equipos arbitrales durante los partidos. De tal forma los colegiados tendrán mayor cantidad de información para la toma de decisiones. Pudiendo incluso usarse para la designación de éstos a los diferentes encuentros y que podría provocar también que se dejara de tener en cuenta la llamada “territorialidad” de los colegiados. Es decir, que podríamos ver partidos pitados por árbitros de una misma ciudad o comunidad autónoma de uno de los dos equipos.
También el propio colectivo arbitral podría reestructurarse creando un organismo autónomo al estilo del existente en la Premier League y que esté financiado por LALIGA y la RFEF. También están sobre la mesa otros modelos como el alemán. En cualquier caso, esto no puede producirse sin modificar la actual Ley del Deporte y el RD de Federaciones Deportivas.
El próximo verano se plantea movido en este sentido y se espera que lo está por venir signifique una mejora significativa a lo que se viene viendo en este sentido.