La filial tecnológica del Cádiz CF, Nomadar, ha experimentado una fuerte corrección en sus primeras jornadas en el Nasdaq tras su mediático estreno. La cotización de sus acciones, bajo el símbolo NOMA, cerró el 5 de noviembre en 9,03 dólares, un descenso del 69,90 por ciento respecto a los días previos, según datos oficiales del mercado. El valor llegó a marcar un mínimo de 7,74 dólares durante la sesión y un máximo de 10,95 dólares, con un movimiento semanal que refleja la volatilidad habitual en los estrenos bursátiles directos.
Desde la propia compañía se insiste en que los movimientos de las últimas jornadas deben interpretarse dentro del proceso natural de ajuste que sigue a toda salida a Bolsa. Fuentes de Nomadar explican que en un debut de estas características, sin bancos colocadores que fijen un precio inicial de referencia, el mercado tarda días o semanas en estabilizar el valor real de la acción.
El director de Comunicación y Relaciones con Inversores de Nomadar, Joaquín Martín Perles, en declaraciones a Cádiz Directo ha dado una explicación al respecto. “Estamos viviendo un proceso completamente normal para una compañía que acaba de llegar al mercado. Hasta que el precio se estabiliza pueden pasar días, incluso semanas”. Perlés añadió que “es un proceso de ajuste. En los primeros días, la acción se va conociendo, los inversores calibran su valor y el precio se autorregula”.
El responsable subrayó que los descensos de las últimas sesiones no responden a ningún hecho corporativo concreto: “Estos días que una acción suba un 50% o baje otro tanto es normal. No hay un evento objetivo ligado a esos movimientos, simplemente es la dinámica del mercado mientras se define el valor real”. En esa línea, Martín destacó que “lo que estamos viendo ahora mismo no define el futuro de la acción ni de la compañía”.
Nomadar ha recordado que su cotización en el Nasdaq corresponde únicamente a las acciones Clase A, mientras que las Clase B, con veinte votos por título, permanecen en manos del Cádiz CF, que conserva en torno al 91 por ciento de los derechos de voto. Esta estructura accionarial permite al club mantener el control estratégico de la empresa.
La compañía también mencionó el acuerdo con el fondo Yorkville Advisors, que fijó un precio de conversión inicial de 8 dólares por acción para 900.000 títulos. Según Martín, “es una referencia que refleja el valor estimado en origen, pero no una guía rígida del mercado”. Esa cifra, recogida en la documentación remitida al supervisor estadounidense, sirve de ancla para contextualizar los movimientos iniciales del valor.
El equipo de comunicación destacó además que el volumen negociado en las primeras sesiones ha sido elevado para un estreno de este tipo, interpretándolo como signo de interés. “Al mismo tiempo que hay ventas también aparecen compras”, señalan. Los responsables insisten en que en este tipo de estrenos es habitual que el valor toque máximos y mínimos muy alejados en pocas horas antes de estabilizarse en un rango más definido. Desde el entorno corporativo recurrieron a una comparación deportiva: evaluar el futuro de la acción por sus dos primeras sesiones sería como “sentenciar una temporada por los dos primeros partidos”.
Cotización tras el cierre de mercado del 4 de noviembre

