Las dificultades de los jugadores del filial del Cádiz CF para consolidarse en el primer equipo vuelven a salir a la luz tras el descenso del Mirandilla a Tercera Federación. La situación afecta especialmente a futbolistas que, pese a haber mostrado proyección en categorías superiores, ven cómo se cierra la puerta a una progresión interna dentro del club.
Uno de los casos más evidentes es el de Álvaro Bastida. El centrocampista, natural de Chiclana de la Frontera, debutó con el primer equipo con solo 17 años en la última jornada de la temporada 2020-2021 en Primera División. Aquel día disputó 34 minutos frente al Levante gracias a la decisión de Álvaro Cervera, quien también volvió a contar con él en la campaña siguiente, dándole minutos en nueve partidos oficiales, cinco de ellos como titular. Sin embargo, tras la salida de Cervera, Bastida pasó a tener un rol secundario y fue relegado al filial, con una cesión al Atlético Sanluqueño en la temporada 2023-2024 como única experiencia fuera del Mirandilla.
Con 21 años y un año más de contrato, su continuidad en el Cádiz CF parece complicada. Habrá que definir primero si entra o no en los planes del cuerpo técnico del primer equipo que dirige Gaizka Garitano, y tampoco se contempla su participación en el filial tras el descenso. Todo apunta a una desvinculación, ya sea como traspaso o como agente libre, si ambas partes llegan a un acuerdo, según ha apuntado Diario de Cádiz. Entre los destinos que se barajan figura el Tenerife, club recién descendido a Primera Federación y dirigido por Álvaro Cervera, el mismo técnico que lo hizo debutar con el Cádiz CF.