Gaizka Garitano ofreció una rueda de prensa en la Ciudad Deportiva de El Rosal en la que abordó la planificación de la próxima temporada del Cádiz CF, así como el estado actual del equipo antes del último partido del campeonato ante el Real Oviedo. El técnico explicó que, a pesar de no jugarse nada clasificatoriamente, su intención es cerrar el curso con una victoria. "Nos gustaría acabar con una victoria e irnos a las vacaciones con buen sabor de boca", indicó. Subrayó que, aunque el encuentro no tiene trascendencia para el Cádiz CF, el rival sí se juega el ascenso y es necesario "respetar a todos ellos".
Garitano defendió la actitud competitiva de su plantilla en las últimas jornadas y señaló que "hemos ganado a Almería y Huesca", dos equipos implicados en la lucha por la parte alta. "No somos sospechosos de no competir los últimos partidos", añadió. Sobre el estado físico de sus jugadores, reconoció que los atacantes están "tocados o no disponibles" y que llevan "mes y medio sin Chris y Ontiveros", además de otras bajas en la línea ofensiva. Expresó su deseo de "recuperar a uno o dos para no ir a lo justo".
Respecto al futuro inmediato, el entrenador confirmó que "el lunes me reuniré con todos", refiriéndose al análisis individualizado que mantendrá con los jugadores junto al director deportivo Juan Cala. Explicó que la confección del bloque de la próxima temporada será un proceso "de dos o tres meses" en el que se producirán "entradas y salidas, incluso durante la pretemporada". Aclaró que "la mayoría de los jugadores tienen contrato" y que no todo dependerá de él, sino también de "cuadrar nuestras opciones económicas junto a los gustos". Señaló la necesidad de "hacer un cambio en la plantilla en cuanto a edad y demás" y que tiene esa idea "muy clara".
El técnico vasco también se refirió a la estructura del grupo actual, destacando el compromiso mostrado. Afirmó que "podía haber gente que se tirara del barco o no quisiera jugar, pero no hay nadie así". Según él, "la gente ha insistido en que hay que acabar bien" y definió al conjunto como "un buen grupo que ha trabajado bien durante todas las semanas y que está unido".
En cuanto al estilo de juego que desea implantar, Garitano fue claro: "A mí me gusta un equipo que presiona arriba y tiene la defensa alta". Sin embargo, reconoció que debe adaptarse a los jugadores disponibles: "Para todo eso necesitas patas y apretar arriba". Añadió que será clave contar con "piernas, hambre y juventud", como otros equipos que han estado en los puestos altos de la clasificación.
Garitano también repasó el desarrollo de la temporada y la situación del equipo a su llegada. Recordó que cuando asumió el cargo, "el equipo estaba en descenso y que iba directo a este", y que lograron "remontar pronto" con "diez jornadas sin perder". Lamentó la falta de continuidad y explicó que "no tuvimos el nivel, la capacidad o yo no estuve acertado" para mantener esa racha. Añadió que "fuera de casa bajamos el rendimiento" y que "nos ha faltado esa consistencia para estar más arriba".
Sobre las expectativas para la próxima temporada, fue directo al señalar que "tenemos que exigirnos estar arriba", aunque matizó que "no es fácil" y que "de esos 22 equipos, entre 16 o 17, todo lo que no sea ascender, será un fracaso". Advirtió que "algunos de esos estarán abajo en la clasificación".
En un tono más distendido, bromeó al final sobre las declaraciones del presidente Manuel Vizcaíno, quien había destacado su carácter vasco. "Estoy muy enchufado con el Cádiz. Ganarme a la gente lo puedo hacer ganando partidos", comentó entre risas. Añadió que "los vascos y los andaluces somos diferentes pero tenemos cosas en común", y que le dijo al presidente "si lo de mi carácter vasco y tal era hablar bien de mí".