El debut de Ismael Álvarez con el primer equipo del Cádiz CF fue uno de los momentos más celebrados de la tarde en el estadio. El joven canterano saltó al campo entre aplausos y se llevó una de las pocas ovaciones que rompieron el ambiente enrarecido del partido ante la SD Huesca. Su entrada al césped no solo marcó un paso importante en su carrera, sino que también representó una muestra del impulso que el club quiere dar a la cantera.
Sin embargo, su participación estuvo a punto de quedar anulada por un detalle reglamentario. Gaizka Garitano explicó en rueda de prensa que si no hubiese retirado del campo a Moussa Diakité, se habría superado el límite de jugadores del primer equipo en el acta, lo que habría supuesto una alineación indebida.
La situación se resolvió gracias a la intervención del delegado del Cádiz CF, Enrique Ortiz, quien detectó el riesgo antes del cambio. "Si no llego a quitar a Moussa Diakité no hubiera podido tener más jugadores con ficha del B. Si llego a sacar a Ismael por otro jugador hubiéramos incumplido, porque teníamos a Víctor Aznar, Mario Climent y Moussa Diakité", señaló el técnico.