Hablemos claro. El fin de la etapa de Paco López al frente del Cádiz CF no puede analizarse sin reconocer que el técnico no es el único responsable de la crisis. Si bien los resultados recientes evidencian una caída en picado, los verdaderos culpables parecen ser las carencias estructurales y el pobre rendimiento de una plantilla que, con efectivos llegados desde Primera División, ha mostrado muy poco en momentos clave.

El Cádiz CF acumulaba 18 puntos en 18 jornadas, un promedio que lo dejaba al borde del descenso en LaLiga Hypermotion. Cuatro victorias, seis empates y ocho derrotas no son solo números; son el reflejo de un equipo que no transmite solidez ni en defensa ni en ataque. En el último encuentro frente al Elche, el gol inicial resultó ser un espejismo que pronto se desvaneció tras la expulsión de Brian Ocampo, un error que volvió a desnudar la falta de carácter del grupo para afrontar la adversidad.

La plantilla, que debería haber dado un paso al frente, ha sido uno de los puntos más débiles esta temporada. La fragilidad mental, los errores individuales y la desconexión colectiva en momentos cruciales han sido una constante. Los jugadores no solo no han respondido a las exigencias de la competición, sino que han mostrado una alarmante falta de autocrítica en varias fases de la temporada. Cada derrota parece un calco de la anterior, con fallos que van desde la desconcentración defensiva hasta la incapacidad de aprovechar oportunidades en ataque.

Más allá del cambio en el banquillo, con la entrada de Gaizka Garitano, con el mercado invernal a menos de un mes de abrirse, todo apunta a que varios jugadores podrían estar señalados para salir con tal de realizar cambios drásticos que oxigenen a un equipo en crisis. Desde el inicio de la temporada, han quedado evidentes las limitaciones de ciertos futbolistas para competir al máximo nivel. En un equipo que lucha por la permanencia, no hay espacio para la complacencia, y varios nombres deberán asumir las consecuencias de una primera vuelta que ha sido decepcionante en todos los aspectos.

El Cádiz CF, y Manuel Vizcaíno como presidente y director deportivo, tienen en sus manos la posibilidad de cambiar su rumbo. La destitución de Paco López es solo el primer paso, pero el futuro inmediato del equipo dependerá de que la plantilla asuma responsabilidades y de que el club tome decisiones valientes en el mercado invernal. Si no hay una reacción contundente, tanto dentro como fuera del campo, el Cádiz CF podría encontrarse enfrentando un descenso que cada vez parece más difícil de evitar.

Estamos a principios de diciembre y lo que está pasando es solo un aviso de lo que puede venir, porque la historia es cíclica y los cadistas este capítulo ya lo conocemos, y bastante bien. Sin embargo, se está a tiempo de revertir la situación. Con el mercado invernal a la vuelta de la esquina y un cambio reciente en el banquillo, el Cádiz CF tiene aún margen para tomar decisiones valientes que reactiven al equipo.

Es hora de que se tomen dichas decisiones.