En el fútbol nunca es buena idea dramatizar de manera extrema al igual que tampoco lo es dejarse llevar a través de excesos emocionales por las rachas positivas. Sin embargo, al igual que cuando las cosas salen bien se debe celebrar y disfrutar, cuando salen mal también es necesario ponerse serios y mostrar enfado.Y estar enfadado, además de preocupado, es lo que toca ahora después de haber conseguido solo dos puntos de los últimos dieciocho disputados. 

No solo por ser muy pocos sino también porque buena parte de los que han volado han sido por motivos evitables: errores groseros, falta de concentración, falta de intensidad o expulsiones innecesarias. A todo ello hay que unir la evidente carencia de ideas, sobre todo ofensivas, que el equipo está mostrando en buena parte de los partidos de la temporada así como la ausencia de frescura y atrevimiento en sus jugadores. Causas que, unidas, crean las siguientes consecuencias:

• Segundo equipo menos goleador de la categoría
• Segundo equipo con menos porcentaje de acierto en pases
• Equipo con más expulsiones de la categoría
• Equipo con menos goles esperados de la categoría
• Equipo con menos disparos de la categoría
• Equipo con menos disparos a puerta de la categoría

Estas estadísticas han ido engordando de manera clara en las últimas jornadas, pues el inicio del equipo fue realmente más que notable por lo que se deduce que la bajada en todos los aspectos del juego está siendo en picado y, por tanto, hay que empezar a frenarla ya. Entre las causas puede estar el gran número de bajas que el equipo arrastra en cada jornada, tanto por lesiones como por expulsiones, siendo las posiciones más castigadas las de extremos, centrales y mediocentros. 

Extremos:
Llama la atención que en esa posición tan solo está pudiendo tener continuidad un omnipresente Iván Alejo, ya que el resto de efectivos por un motivo u otro han ido perdiéndose partidos de manera constante. El Cádiz ha partido de inicio con tres de los cuatro extremos en su plantel, ya que Brian Ocampo aún no ha recuperado su lesión de manera definitiva. Darwin Machis entre problemas físicos, sanción y causas extradeportivas ha sido titular en la mitad de las citas. Robert Navarro, que llegó con la liga comenzada y tardó en estar disponible, no ha llegado apenas a los 130 minutos jugados. Tampoco ha podido ayudar mucho Rubén Sobrino, el hombre para todo, que pasa por un momento de rendimiento muy bajo.

Centrales:
Cinco centrales para comenzar la temporada y ayer en Mestalla hubo que completar la convocatoria con uno del filial ya que Chust, Luis Hernández y Momo estaban lesionados. Los dos primeros, además, con muchas dudas sobre su recuperación. Un problema añadido para el técnico ya que las opciones restantes son Fali, que la carga de minutos cada vez las soporta con más problemas, y Jorge Mere, que en principio era el hombre para completar y no para ser protagonista principal.

Mediocentros:
La baja de Fede San Emeterio, que a día de hoy tampoco se asegura cuánto tiempo durará, ha sido la que más ha impactado en la idea del entrenador. Da la sensación de que su ausencia ha golpeado duramente en su planteamiento y que le está costando un mundo encontrar la manera de encajar otras piezas. Bien es cierto que entre esas otras opciones está un Escalante que ahora no se parece en nada al que acabó la 22/23, un Álex que no encaja en el sistema de Sergio, un Jose Mari que hace tiempo dejó de ser una solución de inicio. El dilema que tiene es tal que la solución, hasta el momento inservible, ha sido la de intentar que Kouamé desarrolle un rol desconocido para él y para el que, presumiblemente, no se le trajo.

Será ahora el cuerpo técnico el que deba ser el encargado de encontrar el camino a la mejora, a pesar de que cada uno de nosotros pueda sacar el entrenador que lleva dentro. El próximo fin de semana, con la visita del Sevilla FC el sábado, esperemos que ese camino aparezca más despejado y el Cádiz ofrezca su mejor versión.