Entre los presentes en la sala de prensa de El Rosal, estaban los jugadores del Cádiz, que quisieron estar al lado de su compañero en la comparecencia de hoy. Juan Cala hizo referencia a todas las muestras de cariño y apoyo que ha recibido estos días, entre los que están evidentemente también los jugadores de la plantilla. “Estoy emocionado porque desde que pasó esto, he recibido cientos de llamadas de compañeros, jugadores, entrenadores, directores deportivos, presidentes, gente que me conoce, empresarios, gente que me conoce, la plantilla… Estoy muy contento por el equipo en el que estoy y la familia en la que estoy. Tengo que agradecer públicamente a todas estas personas que me han apoyado en estos momentos complicados para mí y para todo mi entorno. Porque he sido punto de mira de un linchamiento. Por supuesto, también tengo que agradecer a mi familia de ahora mismo que es mi club, y que está aquí ahora mismo, mi institución, mis jugadores y mi entrenador”.

No quiso entrar en cuál de todas esas muestras le había llegado más. “No podría decirte uno porque sería injusto para los otros. Pero vuelvo a repetir que he estado en diez equipos, no sé cuantos jugadores, de cuántas culturas, de todos los colores… y todos me han escrito. No hay ningún compañero en mi carrera futbolística que me pueda acusar de lo que se me acusa. Y si hay alguno que salga, que haya estado un minuto conmigo en un vestuario, que salga y lo diga. A ver si hay un solo compañero que me acuse de lo que se me está acusando. Uno solamente”.

Se le preguntaba también sobre Rubén Sobrino, jugador del Valencia que ha compartido vestuario con Diakhaby y con el que Cala se vio hablar en la grada durante la segunda parte cuando ya fue sustituido. “De él recibí el mismo sentimiento que el resto de mis compañeros. A todos ellos en el vestuario los reuní y les dije lo que había pasado. De apoyo incondicional y de salir a jugar y a ganar el partido que fue lo que se hizo”.