El entrenador del Cádiz CF, Álvaro Cervera, habló en rueda de prensa a la conclusión del partido contra la Real Sociedad jugado en el Reale Arena, un partido marcado por los cuatro goles del equipo vasco y las decisiones arbitrales tanto en el terreno de juego como en el VAR.

El técnico comenzaba explicando que "yo puedo analizar el partido hasta el minuto 26, que fue hasta el primer penalti, y hasta ahí ellos mejor pero sin grandes agobios ni grandes paradas del portero. Con el 1-0 viene el penalti nuestro que nos quitan y la expulsión de Marcos Mauro y a partir de ahí ya no entro a analizar el partido, porque creo que bajamos los brazos y yo mismo me sentí derrotado. Y también ví así a los jugadores. Son golpes que te dan y conforme pasaba el tiempo nos fuimos arriba. Son tantas cosas las que pasan que no sabes qué pensar. Ellos han sido mejores".

Posteriormente comentó que fue conocedor de la carta de Manuel Vizcaíno, pero no la ha leído "No sé qué dice, pero sí me han dicho que la ha enviado".

Cervera prosiguió lamentando que "en mi vida cuando he sentido una posible injusticia siempre he intentado solucionarla, quejarme y arreglarlo. En el fútbol es difícil porque hay unos que mandan y otros que tenemos que obedecer. La semana pasada, esta semana... quiero que pase esto pronto e intentar que llegue el siguiente partido. Estoy bastante tocado con todo esto".

Una frustración que llega hasta el vestuario. "Por los comentarios que yo oigo están cansados. Son muchas veces las que cuando se va a mirar el VAR nos cambia la decisión y son en contra. Los jugadores están un poco frustrados".

Reconoce el entrenador cadista que "hoy ha habido un momento que me he sentado y me he quedado parado sin saber qué pensar. Es la primera vez que me pasa en mi carrera. Pero es que siempre que se va a mirar la televisión pasan contra en cosas nuestras. Luego te hablan maleducadamente, porque te hablan maleducadamente. Me levantaré pronto y cambiaré. Solo hay una cosa en la que no puedes hablar, que en el fútbol, aunque tengas la razón" y luego añadió que "no he tenido ganas de irme del campo, pero me he entristecido más que otras veces y he tenido minutos en los que no he sabido que hacer. Por el trato, por cómo te hablan te quedas un poco desamparado. Es lo que hay y lo que vivimos y con lo que tenemos que intentar seguir", insistió.

Y volvió a sentenciar con su comentario sobre el silencio obligado que guarda. "Si dijera lo que pienso me llamarían la atención, me sancionarían. El único que está apercibido de una sanción soy yo. Esto es una guerra perdida que no me lleva a ningún sitio. Desde aquí digo que algo se está haciendo mal. Algo en el fútbol se está desnaturalizando. Cuando en un partido hay que ir a mirar cuatro o cinco veces la televisión, demasiadas equivocaciones hay".

Concluyó reconociendo que piensa "que esto puede estar ocurriendo por las declaraciones de las primeras jornadas".