En el fútbol, como en la vida, las pruebas de fuego siempre llegan cuando menos te lo esperas, pero normalmente cuando más preparado estás. No tienen hora, no tienen fecha, pero sí tienen un momento que puede durar una eternidad para los que las superan. Eso sí, la paciencia no debe faltar. Sergio González, mediocentro del Cádiz B, es la viva imagen de esta larga espera que cada día parece estar más cerca.

De la mano de Álvaro Cervera debutó con el primer equipo el 15 de mayo de 2016, ocupando el centro de la defensa amarilla en el Estadio de La Victoria junto a Servando, aunque, con el paso del tiempo, el entrenador cadista le ha visto más como mediocentro defensivo que central. Participó por tanto en el partido que dio vida de cara al ascenso en Alicante semanas después.

Desde entonces, el cartagenero se ha labrado un hueco en el Cádiz B, aunque entrenando con el primer equipo. Es un habitual en los entrenamientos de Álvaro Cervera y, aunque el año pasado jugaba de central a las órdenes de Mere, el entrenador del primer equipo siempre le ha visto como pivote defensivo. Este es el papel que tiene ahora en el equipo filial junto a jugadores como Jordi Tur, Duarte o Javi Pérez, donde es capitán, mientras que completa grandes sesiones en las sesiones del primer plantel.

Este sábado, ante la ausencia de Edu Ramos por sanción y Garrido por lesión, Cervera ha adeltando que Sergio podría ser una de las opciones para la sala de máquinas, faltando por conocer si entrará desde inicio o desde el banquillo. La realidad es que tanto Álex como José Mari son de un corte más ofensivo y el canterano es el único futbolista disponible con mentalidad defensiva. Su presencia en el Nou Estadi es una posibilidad real.