También hubo operaciones que, en mayor o menor medida, se intentaron cerrar pero que por un motivo u otro no acabaron fructificando. Entre ellas las de dos nombres propios como Ortuño y Álex Alegría. “Alex Alegría y Ortuño son situaciones complicadas del ultimo día de mercado. Todo el mundo espera el momento adecuado, a veces tardan y suelen pasar en las últimas horas. Eran opciones complejas para nosotros, no por tener la capacidad sino porque las preferencias de jugadores y sus clubes eran las que eran”.

También se le preguntaba por Hurtado, delantero del Gimnasia y Esgrima, por quien hubo una oferta de un millón de euros. “Es un jugador joven, con proyección. Tiene un futuro prometedor, pero en su club no tenían intención de sacarlo o al menos en una situación que no consideran favorable de momento”.