No es que corra más que antes, es que corre mejor

Trekant Media

Desde su llegada al Cádiz procedente del Villanovense, Salvi Sánchez tuvo que ganarse la confianza de un cuerpo técnico que apostó por su fichaje y una afición que además de exigir entrega, también pedía garantías para salir de la Segunda B. Con ganas de reivindicarse y crecer llegaba el sanluqueño al conjunto amarillo en el verano de 2015. Lo que ha crecido desde entonces, ni él se lo imaginaría.

Su velocidad siempre fue un arma que intentó aprovechar, quizás en demasía, ya que era obvio que podía dejar a sus defensores atrás pero no siempre con la eficacia deseada. De hecho, ni su velocidad ni la de Álvaro García llegaron a ser suficiente para sacar adelante un Cádiz que se estancó en la segunda vuelta hasta que llegó Álvaro Cervera, encajó los puzles y convirtió la velocidad tanto del sanluqueño como del utrerano. No era necesario correr más, sino hacerlo mejor.

Es por ello que en las últimas dos temporadas, con su velocidad, Salvi ha ido mejorando jornada tras jornada, ya que ha aprendido a dosificarse para afrontar con garantías las esprintadas que tantos puntos han dado al Cádiz. Velocidad, regate y centro son las características que ha ido mejorando el ex del Villanovense a las órdenes de Cervera y, para muestra, un botón.

En el minuto 94, cuando todos los jugadores rivales no podían con sus propias piernas, el veloz extremo derecho sorprendió con una perfecta galopada desde la frontal de su área, dejando defensores a su paso, enfilando la banda derecha, llegando a línea de fondo y poniendo el pase atrás para la llegada de un rapidísimo y atento Dani Romera, que solo tuvo que empujarla.