Goles, casta y sufrimiento han sido los ingredientes de esta merecida victoria para el Cádiz frente al Mirandés que, además, significaba lograr por primera vez esta temporada un segundo triunfo consecutivo. El conjunto de Gaizka Garitano confirmó de manera clara su mejoría no solo en su faceta goleadora sino también en la capacidad defensiva porque tuvo que enfrentarse a medio partido con un jugador menos por la expulsión de Diakité a poco de comenzar la segunda parte.
En la primera con un gol tempranero de Climent y otro posterior de Sobrino tomaba una clara ventaja en el marcador. Entre uno y otro David Gil detuvo un penalti de Panichelli por manos de Diakité. Lograba sin embargo recortar el Mirandés poco antes del descanso y en la segunda parte tocó ponerse el mono de trabajo con un jugador menos. A pesar de ello llegaría incluso un gol más, a balón parado, de Chust tras la salida de un córner. Hasta el pitido final el equipo se fajó de lo lindo para guardar ese tesoro, del cual disfrutó cuando éste llegaba.
Apenas dio tiempo de catalogar el inicio del partido cuando llegó el primer gol. A los cuatro minutos una jugada por izquierda del Cádiz fue finalizada con un pase atrás por parte de Carlos Fernández y el esférico lo recogía en la frontal Mario Climent para, con un soberbio zurdazo, hacer el 1-0. Era el segundo partido como titular del valenciano en el lateral zurdo y su segundo gol como cadista.
Un tanto que debía significar confianza para los gaditanos y también más tomas de riesgo por parte de los burgaleses. Pero la tranquilidad no fue tanta porque a poco de cumplirse los veinte minutos una acción de Diakité acabó con el balón golpeando en su brazo y el colegiado decretando penalti. Afortunadamente la pena máxima fue detenida por David Gil, haciéndose de manera perfecta con el lanzamiento de Panichelli.
El choque no estaba decantado ni mucho menos y el Cádiz debía retomar el pulso al mismo ante un complicado rival como el Mirandés. Y lo hizo de la mejor manera y fue marcando el segundo en una acción que comenzó Ontiveros con un gran pase a Carlos Fernández y el disparo de éste último siendo rechazado por el meta Raúl Fernández, pero el esférico lo cazaba de cabeza Sobrino para marcar sin oposición el tanto cadista.
Se entraba en la recta final del primer período y los rojillos dejaban pinceladas de su potencial ofensivo con un cabezazo de Panichelli que se iba fuera por poco. El Cádiz sin embargo se mantenía atrás con fortaleza en ese tipo de acciones sabiendo contrarrestarlas en líneas generales. También siguió teniendo ocasiones, como un cabezazo en plancha de Carlos Fernández tras centro de Alcaraz y que se marchó alto por muy poco.
El partido se encaminaba hacia el descanso y el Cádiz buscaba irse con ese goloso premio de tener dos goles de ventaja, pero un córner botado por el Mirandés acabó con Panichelli rematando forzadamente en el segundo palo y recortando distancias en los instantes finales del primer período. Un dos a uno que dejaba claro que el duelo no iba a ser fácil.
En la reanudación fue el Mirandés el que parecía querer tomar la iniciativa del juego y el Cádiz esperar su oportunidad y, para colmo de males, el Cádiz se encontró con una roja directa a Diakité a los cuatro minutos de la segunda parte que le dejaba con un jugador menos. La expulsión fue justa pues el centrocampista llegó tarde a un balón y acabó impactando de manera peligrosa en el tobillo de un rival.
Garitano reaccionó rápido dando entrada a Fede San Emeterio por un desaparecido Brian Ocampo.
David Gil se convirtió de nuevo protagonista pasada la hora de encuentro con un paradón para evitar el empate a disparo de Martín que buscaba la escuadra. Poco después de nuevo el meta madrileño del Cádiz desviaba un centro envenenado tras el lanzamiento de una falta lejana.
Fueron momentos en los que el Mirandés era dueño del balón y capitalizaba las acciones en el área cadista. Rincón mandaba al palo un centro pasado y metía el miedo en el cuerpo a los doce mil cadistas presentes hoy en la grada del Nuevo Mirandilla.
Llegaban los cambios en los dos equipos y también el bendito balón parado para el Cádiz. Cuando peor lo estaban pasando los amarillos un córner a favor era sacado al primer palo por Ontiveros para que allí Chust peinara al fondo de la red. Era la mejor manera de sacarse de encima ese momento delicado que la inferioridad numérica y lo corto del marcador había provocado. Por delante quedaba un cuarto de hora para el pitido final, en el que el Mirandés siguió buscando el gol como si le fuera la vida en ello.
Pero el marcador no se movería gracias a que el Cádiz supo medir muy bien la situación y no pasando más apuros que los precisos. Incluso estuvo a punto de llegar el cuarto con un cabezazo de Chris Ramos que se marchaba fuera por muy poco ya en el tiempo de descuento.
FICHA TÉCNICA:
Cádiz CF: David Gil, Iza (Zaldua, 69’), Víctor Chust, Kovacevic, Climent, Alcaraz (Escalante, 74’), Moussa, Sobrino (Álex, 69’), Ontiveros, Brian (Fede, 50’) y Carlos Fernández (Chris Ramos, 74’).
CD Mirandés: Raúl Fernández, Hugo Rincón, Juan Gutiérrez, Tachi (Butxe, 71’), Tomeo (Benito, 59’), Alonso (Parada. 59’), Gorrotxa, Martín (Izeta, 64’), Reina (Laucher, 71’), Roca y Panichelli.
GOLES:
1-0 Min. 4. Mario Climent.
2-0 Min. 26. Sobrino
2-1 Min. 44. Panichelli.
3-1 Min. 75. Víctor Chust.
Árbitro: Sesma Espinosa (comité riojano)
VAR: Fuentes Molina (comité valenciano)
Se mostró amarilla a Chust (28’), Alcaraz (67’), Álex (85’) por el Cádiz CF y a Tomeo (31’). Fue expulsado Diakité (49’) por roja directa.
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 23 de LALIGA Hypermotion y disputado en el Nuevo Mirandilla ante 12.023 personas.