La Copa del Rey también se jugó en la grada, y en el estadio Besoccer La Condomina quedó claro que el Cádiz CF nunca camina solo. Aunque la cita copera ante el UCAM Murcia no fue de las que arrastran masas, un grupo de cadistas no dudó en acercarse al estadio murciano para estar junto al equipo y hacerse sentir tanto en los alrededores del estadio como durante el partido.
Fueron pocos, pero hicieron ruido como si fuesen cientos. Desde las horas previas al encuentro, ya se dejaban ver por las calles cercanas al estadio con camisetas, bufandas y cánticos, animando sin descanso. Una vez dentro, no dejaron de alentar ni cuando el equipo sufría con el empate en el marcador, ni cuando se falló el penalti en la segunda parte. Estuvieron, como siempre, en las buenas y en las malas.
La voz cadista retumbó en Murcia, apoyando a los de Garitano en un duelo que no fue sencillo y que necesitó de empuje y energía extra. El tanto de Juan Díaz, que cerró el partido con el 1-3, también fue celebrado como un triunfo colectivo entre jugadores y aficionados. Una comunión que va más allá del marcador y que vuelve a demostrar que la afición amarilla está en todas.
