La velada concluyó con la revelación de este concurso, Comparsa Los calaíta (fuimos a por tabaco). Una chirigota de toda la vida..., ganadora del primer premio de chirigotas. Desde el comienzo de la actuación, demostraron el ingenio de su Eugenio y continuaron ofreciendo un repertorio fresco y vivo, adaptado al momento y al lugar.
Durante toda la intervención, fueron introduciendo constantes guiños al Cádiz CF al darse la circunstancia de actuar en el estadio Nuevo Mirandilla. Incluso llegaron a romper el negro impoluto de su tipo para aparecer con la camisa desabrochada, luciendo la camiseta cadista debajo. ¿Se podría decir que los Eugenio chirigoteros han dado más juego en el estadio que el propio equipo?
Como bien pedía la ocasión, comenzaron con su pasodoble dedicado al fútbol moderno. A continuación, mostraron su crítica a la religión y a esa Iglesia que se contradice con lo mismo que predica.
Las tandas de cuplés siguieron enganchando al público con sus remates surrealistas, y el popurrí fue el excelente broche final a una agradable noche carnavalesca. No sin antes alentar al público a despedirse cantando el mítico pasodoble de Manolito Santander Me han dicho que el amarillo.