Los móviles y tablets vendidos en Europa deberán cumplir, desde el 20 de junio de 2025, con dos nuevas normativas que cambian radicalmente su diseño, etiquetado y durabilidad. El objetivo: frenar la obsolescencia programada y alargar la vida útil de estos dispositivos.
Nuevas exigencias técnicas para móviles y tablets
Desde esta fecha entra en vigor el Reglamento Ecodesign (UE) 2023/1670, que impone estándares mínimos de resistencia, reparación y mantenimiento para smartphones, teléfonos tradicionales y tablets tipo slate. Entre sus medidas principales:
- Baterías con al menos 800 ciclos de carga manteniendo el 80 % de su capacidad.
- Protección contra caídas, polvo, agua y arañazos.
- Disponibilidad de piezas de recambio hasta 7 años tras el fin del modelo.
- Actualizaciones de sistema operativo durante 5 años desde la última venta.
- Acceso libre al software para reparadores profesionales.
Nueva etiqueta energética obligatoria
Además, el Reglamento (UE) 2023/1669 introduce una etiqueta estandarizada que todos estos dispositivos deberán exhibir en el punto de venta físico y online. Esta etiqueta informa sobre:
- Clase de eficiencia energética (de la A a la G).
- Autonomía por carga y ciclos de batería.
- Resistencia frente a caídas (A–E).
- Índice de reparabilidad (A–E).
- Protección IP frente a agua y polvo.
- Acceso a datos técnicos mediante código QR.
Impacto previsto en consumidores y fabricantes
Según estimaciones de la Comisión Europea, esta normativa permitirá alargar la vida útil media de un smartphone de 3,0 a 4,1 años. También podría generar un ahorro energético de hasta 14 TWh anuales y reducir el gasto de los consumidores en 20.000 millones de euros para 2030.
Desde plataformas como iFixit celebran la decisión: “Una gran victoria para los reparadores”, han dicho. Por su parte, el mercado de reacondicionados también espera un impulso gracias a la mejora en reparabilidad.
¿Qué dispositivos se ven afectados?
Estas medidas afectan a smartphones, feature phones, tablets tipo slate y teléfonos inalámbricos. Quedan fuera los dispositivos con sistemas operativos de escritorio, pantallas enrollables o dispositivos de alta seguridad.