Bill Atkinson, el genio visual de Apple que cambió la informática, fallece a los 74 años
Bill Atkinson, pionero de la era del ordenador personal y figura esencial en el nacimiento del Macintosh, ha fallecido a los 74 años víctima de un cáncer de páncreas. Su muerte marca el adiós a uno de los creadores más influyentes del software gráfico moderno.
Revolucionó el uso del ordenador con MacPaint y QuickDraw
Contratado por Apple en 1978, Atkinson fue clave en el desarrollo de algunas de las herramientas más revolucionarias de la compañía. Destacó por ser el autor de QuickDraw, la biblioteca gráfica que permitió por primera vez representar imágenes y texto en pantalla con fluidez y precisión, estableciendo la base de las interfaces gráficas modernas.
A esta innovación se sumó MacPaint, un programa que convirtió a cualquier usuario en potencial artista digital, con herramientas intuitivas como el lazo de selección, el relleno en áreas cerradas y los famosos “marching ants”.
HyperCard: el precursor silencioso de la web
En 1987 lanzó HyperCard, una plataforma que permitía vincular texto, imágenes e interactividad mediante "tarjetas", anticipando el funcionamiento básico de los hipervínculos y navegadores actuales. Muchos consideran que HyperCard fue una semilla directa de la World Wide Web.
Además, Atkinson introdujo conceptos hoy universales como el doble clic, los menús desplegables y la navegación gráfica.
Más allá de Apple: visión y creatividad
Tras su salida de Apple en 1990, cofundó General Magic, compañía precursora de los dispositivos móviles inteligentes. En años posteriores, colaboró con proyectos relacionados con inteligencia artificial y neurociencia computacional.
Fuera del ámbito tecnológico, Atkinson se dedicó también a la fotografía de naturaleza, publicando el libro Within the Stone, donde trasladó su sensibilidad estética a imágenes del mundo mineral.
Despedida de un pionero
En sus últimos meses, Atkinson convivió con un diagnóstico de cáncer de páncreas. Falleció en su hogar rodeado de su familia. Sus colegas lo recuerdan como un visionario que supo conectar el arte con la tecnología, haciendo de los ordenadores una herramienta comprensible, atractiva y accesible.